Los refranes son frases que demuestran el verdadero espíritu de un pueblo, que se convierte en parte del vocabulario de una sociedad. La mayoría de estas oraciones tratan de despertar la conciencia y la sabiduría de las personas, pero algunos utilizan el humor para convertirse en dichos populares graciosos que enseñan de una manera distinta.
Un refranero no se elabora de forma espontánea, sino que recoge creencias que se acercan a la ideología de los que habitan un lugar. En este sentido, la percepción del mundo que les rodea se hace a través de un cristal que impacta sobre la personalidad de los individuos, para formar una idiosincrasia particular.
Una de los más conocidos es el dicho que dice “Quien bien ama, bien desama”, el cual se refiere a la capacidad de los seres humanos de dar amor y rechazo con la misma intensidad. De acuerdo con el Instituto Cervantes, se trata del poder del hombre para entregar el cariño y corregir los errores del ser amado, a pesar de que cause dolor.
Pero, si lo que se desea es darle ánimos a alguien que no puede olvidar algo desagradable o a un individuo, no hay nada mejor que decirle: “Tan mala memoria tengo que si te vi no me acuerdo”. Por consecuencia, el proceso de superar un hecho incómodo se transforma en una decisión consciente y con un poco de jocosidad.
Y si lo que desea es expresar un sentimiento profundo utilizando la sabiduría popular, entonces deberá expresarle: “Contigo pan y cebolla”. Este significa que cuando se quiere a otro ser, no van a importar las adversidades porque tiene disposición a enfrentarse a los momentos difíciles siempre.
Volver a sonreír es fácil si recuerda esos dichos que se han formado desde la cultura popular. No pierda la oportunidad de conocer lo que han creado otras generaciones y deje que la vida se llene de alegría.