En estos complicados momentos en los que la búsqueda de empleo se hace cada vez más dura, muchas personas optan por montar su propio negocio y hacerse autónomos. La libertad de horarios y la organización del tiempo son dos de las principales ventajas de esta opción laboral pero hay que tener en cuenta cierto papeleo.
Te recomendamos seguir estos consejos:
Elige un buen gestor, que esté bien informado y conozca los puntos esenciales del trabajo de autónomo a realizar.
En principio, debes acudir a la oficina de Hacienda donde te das de alta en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas). Deberás cumplimentar un formulario sobre tu epígrafe de autónomo.
Posteriormente, tendrás que presentarte en la oficina de la Seguridad Social correspondiente, donde te dan de alta como autónomo.
Ten en cuenta algunos aspectos que te pueden beneficiar. Por ejemplo, si es el primer año que eres autónomo puedes tener un 7% de retención del IRPF, aunque si quieres puedes solicitar que sea el 15% (a muchas personas esta opción les beneficia a la hora de realizar la declaración de la renta).
En ciertas profesiones, no se tiene que aplicar el IVA en las facturas que se emitan, lo que evita presentarse cada tres meses en tu oficina de Hacienda para declararlo. Infórmate en tu caso.
Para tener acceso a los beneficios de la Seguridad Social, el autónomo ha de pagar una cuota mensual. Esta cifra no es igual para todos los autónomos. Existen, por ejemplo, bonificaciones por ser mujer, menor de 35 años, por tener hijos, etc.
A partir de ahí, deberás tener un control mensual de la facturación, cotización y los trabajos realizados en tu empresa, lo que exige una gran responsabilidad para no equivocarnos.