La época de la Universidad marca un antes y un después en la vida de cualquier persona. Es un momento en el que empiezas a sentir que te estás haciendo mayor, que tú eres quien tiene que tomar tus propias decisiones, organizarte tú solo… nadie te va a decir nada, nadie te va a regañar si has aprobado o suspendido, en clase serás uno más, no tendrás la relación con los profesores como en el Instituto… y todo eso te hace madurar y ir aprendiendo poco a poco a ser más independiente que en definitiva es lo que es ser adulto… valérselas por uno mismo.
La Universidad es una buena oportunidad para todo esto y sobretodo si optas y tienes la oportunidad de estudiar en otra ciudad como Salamanca, Barcelona, Madrid o Granada. Hay muchas residencias universitarias en Barcelona si te decides por ejemplo por esta ciudad, una de las mejores tanto en el ámbito universitario como en la oferta cultural y turística que ofrece. Hoy en día una residencia te permite sentirte protegido, acompañado y a la vez libre e independiente. Tú marcas tus horarios, tienes tu habitación para ti solo y tus espacios comunes para disfrutar de la compañía de tus amigos. Si sigues las reglas de la residencia que hoy en día son tan sencillas como respetar los horarios de comida y la convivencia, no tendrás ningún problema.
Pero recuerda, aprovecha esta etapa de la vida en la que aprenderás un montón de cosas, no sólo de carácter académico; ahora conocerás a personas que te aportarán mucho y en la que te forjarás como persona y como profesional en la carrera que hayas elegido. Vívela a tope, siendo responsable pero disfrutando también; porque si te organizas, hay tiempo para todo.
Cuando termines tus estudios y vuelvas a tu ciudad te darás cuenta de que eres una persona nueva, más independiente, más madura y en definitiva… diferente.